Mientras el proyecto que regula las plataformas de apuestas en línea avanza a paso firme en el Senado chileno, la Comisión de Economía lo aprobó por unanimidad en abril de 2024, la discusión pública se ha vuelto tan intensa como necesaria. Hay en juego mucho más que una recaudación potencial cercana a $84.000 millones anuales.
La forma en que el Estado cuidará a los jugadores, combatirá la oferta ilegal y ordenará la publicidad en los estadios y las pantallas también está en pauta. Ya los países vecinos llevan varios años de experiencia, con aciertos y traspiés que resultan valiosos para el debate local.
El semáforo chileno: Proyecto en marcha y puertas entreabiertas
El texto chileno (Boletín N.º 14838-03) busca un equilibrio delicado: permitir la entrada de operadores internacionales, exigirles licencia y una tasa específica del 20%, mantener el IVA y proteger la salud pública. Entre sus puntos críticos figuran el bloqueo de sitios sin permiso y la prohibición de publicidad para plataformas no autorizadas.
Una medida que ya provocó tensiones con clubes de fútbol y empresas del sector. Para el jugador común, el debate legislativo se cruza con la pregunta práctica: ¿dónde se puede jugar hoy con seguridad? Listas comparativas de los mejores casinos online de Chile ayudan a filtrar operadores con licencias internacionales, métodos de pago seguros y políticas de juego responsable.
Aunque el futuro marco normativo local aún no esté cerrado, la tendencia apunta a exigir a todos los sitios una licencia chilena, controles de identidad reforzados y contribuciones sociales para mitigar la ludopatía.
Colombia: pionera y laboratorio fiscal
Colombia fue el primer país de América en regular el juego online (2016) y hoy opera con 14 licenciatarios, todos supervisados por Coljuegos. La madurez del modelo se refleja en cifras: solo en el tercer trimestre de 2024 el sector aportó 231.343 millones de pesos al sistema de salud y generó 150.000 empleos formales.
Esa recaudación, sumada a un crecimiento del 450% en los últimos años, llevó al gobierno a proponer en enero de 2025 un IVA del 19% a las apuestas en línea. El debate abre una alerta útil para Chile: subir la carga impositiva sin ensanchar la base de operadores puede impulsar la oferta ilegal y desincentivar al mercado regulado.
Perú: licencias exprés y sanciones severas
El vecino del norte promulgó la Ley 31557 y su reglamento entró en vigor el 9 de febrero de 2024. Desde entonces, toda casa de apuestas debe registrarse ante el Mincetur y pagar un impuesto del 12% sobre la utilidad neta; la multa por operar sin licencia parte en 150 UIT y puede incluir denuncia penal.
Además, Perú ha prohibido el uso de criptomonedas como medio de pago y exige sistemas de verificación de identidad antes de cada apuesta. Chile observa de cerca esa combinación de requisitos estrictos y ventanilla única, pensando en cómo compatibilizarla con sus propias plataformas de lotería, Polla y Teletrak.
Argentina: un mosaico de licencias que ya deja lecciones
A diferencia de Chile, donde se debate un único marco nacional, Argentina delegó la potestad de regular el juego online a cada provincia. El resultado es un tablero fragmentado: Buenos Aires, CABA, Córdoba, Mendoza y una decena de jurisdicciones más ya expiden licencias propias, mientras otras mantienen el mercado en gris.
Esta descentralización ha probado ser ágil para captar inversión local, pero también costosa para los operadores: deben replicar procesos de certificación, dominios “.bet.ar” y protocolos antilavado en cada plaza. El impacto fiscal, sin embargo, es innegable.
Solo la provincia de Buenos Aires recaudó 96 millones de dólares en el primer semestre de 2024 gracias a un combo de canon (10%), Ingresos Brutos (15%) y contribuciones específicas al sistema de salud y educación.
Para Chile, el mensaje es doble. Primero, un modelo atomizado dificulta la trazabilidad de los jugadores y encarece el juego responsable. Segundo, aun con cargas cercanas al 30% sobre GGR, el fisco bonaerense percibe que 8 de cada 10 apuestas siguen escapando al radar legal.
En otras palabras, más impuestos no siempre implican más control; la coherencia regulatoria pesa tanto como la tasa.
Brasil: Gigante en marcha… y alerta tributaria
Con la Ley 14.790/2023, Brasil dio el paso que Chile aún discute: legalizó las apuestas de cuota fija y fijó un impuesto del 12% sobre el GGR para los operadores más un 15% sobre las ganancias netas de los apostadores.
El mercado se abre oficialmente el 1 de enero de 2025, pero ya enfrenta su primer dilema: el “impuesto selectivo” que el Congreso sopesa añadir elevaría la carga sectorial por encima del 35%.
Para Plínio Lemos Jorge, presidente de la Asociación Nacional de Juegos y Loterías, ese gravamen adicional podría empujar al público hacia plataformas ilegales, fuera del alcance fiscal y de las medidas de juego responsable.
La advertencia resuena al otro lado de la cordillera: si tributar se vuelve un castigo, el mercado regulado pierde competitividad frente a la web sin licencia.